Conforme se va facilitando el acceso a los bosques a causa de carreteras y de talas, éstos se hacen más secos y más susceptibles a los incendios. En los últimos 20 años ha aparecido un fenómeno nuevo en los bosques tropicales húmedos: los incendios forestales.
La liberación de dióxido de carbono mediante la combustión de combustibles fósiles puede verse como una versión artificialmente acelerada de un proceso natural, mediante el cual el C se traslada de la atmósfera a las plantas, de ellas a la tierra y al mar y de nuevo a la atmósfera.
Los árboles talados ya no pueden absorber el gas, y los bosques quemados liberan sus reservas de C a la atmósfera en forma de este gas. Una Ha de árboles almacena unas 250 T de C, y en los últimos 40 años quizás se haya llegado a destruir la mitad de los bosques del mundo.
La erosión es el arranque y el transporte de las capas superficiales de la tierra vegetal por acción de los agentes externos, principalmente el agua de lluvia y el viento.
Es causado por la elevada lluvia que impide la acumulación de nutrientes en el suelo.
La erosión del suelo y desertización de las capas freáticas, favorece las inundaciones y las sequías.
Las principales causas de la desaparición de las especies silvestres de animales y plantas, reside en la destrucción de sus hábitats naturales por la expansión incontrolada de ciudades, carreteras, tierras de cultivo, pastos y sobre-explotación de bosque y la introducción de especies exóticas que compiten con las especies autóctonas.
- Efectos en la salud humana.
Cuando la deforestación llega, en determinadas zonas, a su límite se produce una escasez de leña como fuente fundamental de combustible para el hogar y se originan al mismo tiempo deficiencias alimentarias nutricionales. Recurrir entonces a quemar estiércol como alternativa, lleva consigo una disminución de la fertilidad del suelo y de los rendimientos agrícolas.
La elevación de los precios de los combustibles líquidos durante la década de los `70 recrudeció las presiones sobre los recursos forestales, tanto por la mayor destrucción del bosque como por el encarecimiento de la leña.
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